Un día como hoy, los que tenemos trabajo, y un poco de comodidad regalamos un juguete para que nuestro niño se sintiera amado.

Sin el animo de ser cantaletosos, pero si insistentes con las 'fechas especiales', les queremos hablar un poco del día del niño. Este no es realmente un día para regalar un juguete o llevar a un Centro Comercial. Es un día de reflexión sobre la situación de la infancia. El 20 de noviembre de 1952, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunió con la sola idea de reafirmar los derechos universales del niño, y para que se celebrara en cada país del mundo, para que se consagrara la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero y se destinara a actividades que desarrollaran el bienestar de los niños del mundo. ¿Qué significa eso? que cada país que ha institucionalizado ese día debería generar espacios donde el debate y la reflexión de los problemas de la infancia fuesen llevados a distintos escenarios.Nuestra ciudad no es ajena a esto: maltrato infantil, abuso, golpes y gritos como método de orientación y castigo; trabajo desde la primera infancia; hambre, desnutrición y muerte por enfermedades previsibles o curables; prostitución a gran escala... e industrializada.

De la idea inicial, hace 60 años, de crear jornadas de reflexión en torno a los problemas de la infancia en todos los lugares del mundo, dirigido a fomentar un interés mayor de la ciudadanía en la educación, la formación de valores, la protección, y la promoción de los derechos de niños y niñas; solo ha quedado un instrumento más para estimular el comercio en una época de baja temporada para los juguetes.

Invitamos a nuestro amigos a hablar con sus hijos, a que se cuestionen los métodos de ejercer autoridad, pues según los estudios en todas las clases sociales se sigue implentando el grito, la bofetada y la palmada como metodo para que los adultos demuestren el poder (o la falta de él) sobre los infantes. Lleguen a acuerdos con ellos, estímulelos, regáñelo sin disminuir su confianza; refuerce su personalidad. No le diga: No hagas esto!, digale con claridad lo que sí le gustaría que hiciera: levantese temprano, cepillece los dientes, ordene su cuarto, realice sus tareas... En fin. Hable con sus hijos, respete su personalidad cuando este conduciendo y limitando su que hacer.... Gritar a un niño y golpearlo cuando no es un igual a uno, que no puede defenderse, ni puede devolver el golpe, es un abuso, anque solo sea una palmada por una rabieta. El niño maltratado será muy posiblemente un adulto maltratado, al que se le enviaron mensajes confusos de que 'te pego, por que te quiero'. Le gustaría que a su hija, de adulta, su novio o esposo la golpeara? No le enseñe que quien más la ama puede hacerlo.
Sería largo hablar de todos los problemas de la infancia en una ciudad como esta, donde el hambre ronda en tantísimos rincones. Las cifras de desnutrición en Bolívar son escandalosas y vergonzosas, tanto como la opulencia y el despilfarro en algunos sectores.

Nuestros niños en los barrios se van al colegio con un pan de sal y 'bolis del chavo' y no es discurso demagógico, tan común por estas épocas preelectorales. Es real, y el que no lo conozca es por que no pertenece a ese amplio estrato social. La ignorancia, conjugada con la pobreza son una triste realidad para los niños, crecen con hambre, desnutridos, maltratados, abusados.... y algunos (demasiados para nuestras conciencias) se prostituyen, o se vuelven bandidos y sicarios. No todos los pobres son delincuentes, ni todos los delincuentes son pobres; pero la pobreza no ayuda a nuestros niños a tener un futuro, pues desde que nacen se desconcen sus derechos más mínimos y su dignidad.

Un día como hoy, los que tenemos trabajo, y un poco de comodidad regalamos un juguete para que nuestro niño se sintiera más amado.

Hemos encontrado un blog de didujos libres realizados por niños maltratados de diversas formas, de ahí tomamos algunas fotos http://rincondebasileia.blogspot.com/2009/07/la-voz-de-los-mas-pequenos-transformada.html

“Lo único que quiero es que mi madre deje de enfadarse”, dice este menor maltratado psicológicamente por su madre. En el dibujo, ésta aparece como una figura enorme y amenazante, con terribles fauces, sobre el crío, empequeñecido

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